20 may. 2025

La sentencia de Curuguaty

@santula @santula

En los noticieros de aquel viernes 15 del 2012 los canales mostraban tropas enteras que se dirigían a Curuguaty para incursionar en el lugar en el que habían muerto 11 campesinos y 6 policías. La promesa era tratar de esclarecer lo que había pasado ya que se mencionaba que luego del enfrentamiento aún quedaban campesinos armados en el lugar.

Con los integrantes de “AAM” llegamos a las 4 de la mañana del sábado a Marina Kue; imaginábamos encontrar a cientos de policías y decena de fiscales en el lugar... pero nada más alejado de la realidad. Los medios de prensa eran los únicos presentes en el lugar mismo de la masacre. Cerca de las 5 Rolando Rodi, periodista en aquel entonces de Unicanal, dijo que no quedaba otra que atropellar el cuartel en el que se encontraban los policías y exigirles que hagan algo.

Ante la ausencia de fuerzas públicas (fiscales y autoridades judiciales), ya cerca de las 8 los pobladores de la zona decidieron ingresar al lugar de la matanza. Quedamos fríos al encontrar dentro de Marina Kue a campesinos que habían sido ejecutados y cuyos cuerpos fueron abandonados en el lugar. Fiscales y forenses no llegaron hasta cerca de las 13 horas.

La investigación de Jalil Rachid no pudo demostrar en ningún momento qué fue lo que pasó en Curuguaty. Se acusó a campesinos sin tener un solo elemento de prueba que demuestre, como exige el derecho, quién mató a quién aquel viernes. La Fiscalía decidió investigar solo la muerte de los policías ignorando a muerte de 11 campesinos.

Hoy se dicta sentencia y la justicia tendrá en sus manos la oportunidad de evitar otro crimen. Avalar una nefasta investigación que no fue capaz de aclarar nada o absolver a campesinos cuya culpabilidad jamás fue demostrada será el desafío del tribunal.

Condenar a campesinos sin siquiera saber si estuvieron o no en el lugar de la matanza sería imperdonable y expondría al Estado a tener que afrontar otra demanda a nivel internacional. La incompetencia de fiscales que jamás llegaron a tiempo y que juntaron pruebas ridículas no nos permite saber hasta hoy qué pasó en Curuguaty.