19 abr. 2024

Enseñemos a no ser violentos

Sí, claro. El feminicidio es la consecuencia del primer golpe, de la amenaza, del disparo, de la cuchillada… Comienza con pequeñas violencias machistas, humillaciones, dolores, golpes al ego, controles, celos.

Todos los casos de violencia contra las mujeres son terribles, aún así un forense nos aconseja “alejarnos” ante el primer signo, dejando una vez más a cargo de la víctima “solucionar” el problema y de no hacerlo a tiempo, queda como la responsable de su propio asesinato.

“¿Por qué no denunció antes?”, suelen decir, pero este tipo de crimen tiene otras múltiples causales, entre ellas el deficiente accionar de la Justicia, de la Policía y de los mecanismos legales para evitarlo.

Si bien los varones no van a cambiar sus conductas machistas de un día para el otro, porque llevamos siglos en una rosca violenta, es imprescindible reeducarlos, y hacerles entender que son ellos los que no deben golpear, y no solo enseñar a las mujeres a no resistirlo.