20 may. 2025

El mercado de la muerte

@marianonin1 @marianonin1

Murieron ocho soldados, personas que tenían familias, historias y sueños. El atentado fue perpetrado por un grupo que embandera una lucha social de exportación, pero que en el fondo solo son criminales, asesinos descarriados sin ideologías ni humanidad que lucran con el narcotráfico y el secuestro.

Pero nuestros políticos no son mejores. Aún estando calientes los cadáveres, la masacre se usó como caballo de batalla, una especie de marketing de la tragedia y la muerte. No hubo debate. El oficialismo volvió a sacar a luz viejas acusaciones amparadas en antiguas fotografías y datos manipulados.

El impopular De Vargas acusó a Rafael Filizzola por haberse sacado una foto con Lucio Silva, a quién el Gobierno acusa de ser un sanguinario criminal.

Luego, Zacarías Irún acusó al Frente Guasú y al Partido Democrático Progresista de ser fuertes aliados del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo. De allí, todo el aparato cartista se puso en campaña para vincular a la izquierda con la violencia desmedida en el Norte.

La oposición hizo su propia campaña. Aprovechando un momento de luto y desazón, hizo una cruzada contra la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y aprovechó para atacar al Gobierno desde su punto más débil: la inseguridad.

Nunca se escuchó en el debate por qué un grupo de soldados patrullaba en una zona de riesgo sin las mínimas condiciones de seguridad, en un camión abierto y desprotegido, o por qué se usan blindados en pomposos desfiles mientras los millones que deberían ir a las fuerzas de seguridad se pierden en algún lugar de la burocracia alimentando la corrupción y el desamparo.

Ya a nadie le interesa el debate. Todos piensan en las elecciones. Las muertes solo pasarán a ser números de tal o cual gobierno. Dentro de poco, nadie va a recordarlos. Es la triste realidad… así trabaja para los políticos de turno el “mercado de la muerte.”