04 may. 2024

El cáncer y los “cobardes”

carlos.franco@extra.com.py carlos.franco@extra.com.py

El pasado Viernes Santo, el radialista Manuel Bernardes tomó la decisión de quitarse la vida, estaba grave de salud, unos días antes estuvo hospitalizado. Tras el triste suceso, Javier Bernardes, hermano de Manuel, reveló qué dolencia lo afectaba, “Carlos Cuenca” padecía cáncer. Explicó que sufría de melanoma (un cáncer muy agresivo) en el pecho y que luego hizo metástasis (la enfermedad se expandió) en otros órganos y que esto le producía mucho dolor.

La noticia generó un gran impacto en el público y como era de esperarse en las redes sociales los “opinólogos” hicieron de las suyas. En los comentarios de la noticia se vio reflejada la crueldad, irresponsabilidad e ignorancia de aquellos que buscan imponer su forma de pensar sin siquiera informarse de lo que hablan. “Qué cobarde”, “Quitarse la vida es pecado”, fueron algunos de los lamentables posteos.

Manuel fue uno de los miles de paraguayos que padeció cáncer. La terrible enfermedad que ya cegó la vida de muchos compatriotas, pero todavía no es tomada enserio por el Gobierno. Los costosos tratamientos de esta grave dolencia solo se encuentran disponibles en los sanatorios privados y en el abandonado Instituto Nacional del Cáncer.

El Ministerio de Salud no destina el presupuesto adecuado, ni brinda la información de forma adecuada para prevenir dicha dolencia. Pero ya que el Gobierno ignora el cáncer deberíamos nosotros, los ciudadanos, por lo menos tener respeto hacía las personas que luchan por sus vidas.

No comprenderemos jamás qué pasó por la mente de una persona que sufría cáncer y que tomó la decisión de quitarse la vida, pero nadie puede tomarse el atrevimiento de llamarlo “cobarde”. ¿Por qué es tan difícil sentir empatía y tan fácil abrir la boca para opinar?. Los verdaderos “cobardes” son otros, esos “opinólogos” que detrás de computadoras o celulares juzgan a una persona que soportó los embates de la segunda causa de muerte en nuestro país. Si no sabés de lo que hablás mejor cerrá la boca.