19 may. 2025

“Ce proive rrepetir”

@uruser @uruser

Leyendo noticias de aquí y allá, me entero que en Uruguay los alumnos de la Educación Media no pueden repetir.

Llegado el fin del año lectivo (que termina el 3 de diciembre) el alumno que no haya llegado al mínimo exigido irá unos días más hasta que el docente encuentre una manera de llegar a ese mínimo. La medida busca, según las autoridades y entre otras cosas, evitar la estigmatización del alumno. Confieso que me sentí un poco sorprendido, y por varias razones. ¿Será que en Paraguay se hace algo similar?

Preguntando a una amiga docente, me dijo que hay una tendencia parecida: en realidad, los problemas “se van pasando” para el nivel siguiente. O sea, si no llegás al nivel exigido de tercero, entrarás a cuarto con la falencia y así sucesivamente.

Me parece una peligrosa manera de “igualar hacia abajo”, bajar los mínimos para que todos pasen, mejorar números para justificar políticas educativas que son un fracaso. Una amiga vinculada a la educación media en Uruguay me confirmó que hay chicos que llegan a ese nivel sin escribir su nombre (el resto de las falencias las dejo a su imaginación).

No quiero parecer un viejo retrógrado, pero parece ser que la tecnología mal usada nos está reduciendo a meros tocadores de teclados. Hoy compré dos empanadas, G. 4.000 cada una, pregunté cuánto era y el joven sacó la cuenta en la calculadora.

Ahora veo que el Ministerio de Educación, aquí en Paraguay, ve como una novedad que Francia reimplemente el dictado y la lectura en voz alta para luchar contra las faltas ortográficas y otros vicios del lenguaje. Estamos mal y nos encandilamos con lucecitas de pantallas. Nuestros chicos son capaces de ver 20 videos por hora, pero son incapaces de leer (y entender) un cuento de tres carillas.

Mientras tanto, siguen pasando y llegando a niveles superiores de estudio sin leer ni un libro y con groseras fallas de comunicación y entendimiento, cosas que van de la mano. Y no es que esté en contra de la tecnología: es que es un medio y no un fin. Digo yo, que no sé nada.