20 abr. 2024

Cansada está la madre, ¡pero no su corazón!

Un homenaje a todas las madres luchadoras por su día.

El tinte en su cabellera pretende disimular los años. Negro es el color que ella eligió.

El esmalte en sus uñas dura menos que el anochecer y una base opaca las arrugas en su cansado rostro.

El labial rosa da algo de brillo a su boca; un toque de perfume se mezcla con su olor.

Sus manos ya no tienen la misma fuerza, su caminar es lento, su mirada ya no posee mucho fervor.

En aquella silla cable sentó sus preocupaciones y en un sorbo de mate buscaba solución.

Sus plantas se mecían a la par que su cabeza: “No, no voy a rendirme”, decía... mientras regaba sus flores con agua y sudor.

Su andar agotador ha sido demasiado y eso su caracter forjó; con algo más que libros a sus hijos educó.

Unas lágrimas de orgullo caen por sus mejillas como cae mi alma al pensar en un futuro adiós.

Cansada está la madre...

¡Pero no su corazón!

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Sí, el tiempo le pesa más que su cargado canasto, pero intenta que nadie escuche el ruido de sus arrastrados pies.

Y tras su trajín diario en su humilde casita, con un balde de esperanza se baña la herida,

para ofrecer a sus hijos su mejor versión, ejemplo, fortaleza y vida.

¿Cómo le explico que las canas que intenta ocultar son mi dulce compañía?

¿Cómo le digo que sus arrugas me recuerdan el verdadero valor?

¡Cómo le cuento que no hay maquillaje que tape el sacrificio que por mí hizo...

ni perfume que remplace su aroma, que es un vicio!

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Madre...

no hace falta que tus manos tengan fuerza para sentir que me sostienes,

no hace falta, cuando sé que por mí vas y vienes.

Lo que más admiro de ti es tu perseverancia que nadie tiene;

y ese amor que, algún día, ni la muerte lo detiene.

Cansada está la madre...

¡Pero no su corazón!

.......... Nachi Ayala............