16 jun. 2025

Campesino versus capitalino

@ruthbenitezdiaz @ruthbenitezdiaz

Algo raro pasa en Paraguay que hace que vayamos para atrás. La columna se nos está encorvando de nuevo y terminaremos arrastrándonos como el último eslabón de la teoría de la evolución. Charles Darwin podría agregar cientos de elementos para fortalecer su teoría sentado y mirando cómo unos usan la palabra campesino para ofender y otros se ofenden porque los llaman así. Algo está fallando, como hace 300 años.

En nuestro camino en reversa, el sábado, al final del partido Guaraní-Santaní, hubo roces entre los jugadores y una de las causas fue que supuestamente, el aurinegro Federico Santander trató de “campesino” o “campestre” al arquero santaniano Gustavo Arévalos. Es preocupante que no avancemos, primero con el castellano, para diferenciar un insulto de una palabra hasta halagadora y segundo con los prejuicios que no nos permiten ver a las personas como tales.

Recuerdo que allá por el 2010, años más, años menos, había un frecuentemente ganador del Rally, se llamaba Ernesto Benítez, orgullosamente el “Campesino Veloz”. Era un campesino, como él mismo se definía, un verdadero vencedor de la competencia y de los prejuicios. Es tan de mediocres juzgar por el lugar de origen.

En abril también había saltado una denuncia de discriminación en el fútbol paraguayo. La representante del Deportivo Santaní, Gilda Ruíz, se molestó bastante luego de que varios hinchas de Libertad intentaran insultarlos gritándoles “indios” o “campesinos de mierda”, por venir del interior del país. Algo pasa en nuestra sociedad que no podemos superar. Es triste pensar que hay personas que creen que el mundo acaba en Calle Última. No saben dónde viven ni lo que comen. Cuando esto se refleja en el fútbol es peor aún porque lo único que se consigue es limitar la integración y el crecimiento del deporte rey.

En todos los aspectos, la consigna es avanzar, no retroceder y caer en bajezas como lanzarnos bananas en las canchas ni en ninguna parte. Comencemos a mirar a la persona, avancemos.