20 abr. 2024

Basta de acoso

“Vayamos contra Vega y todos los acosadores. Ya no normalicemos el acoso”

Julián Vega, hoy extitular de la Dirección General de Migraciones, representa mucho a este país. Una traductora acusó a Vega de “frotarle el muslo de manera inapropiada”. La víctima no presentó cargos a cambio de que él abandone la isla. Vega acompañó la comitiva de Mario Abdo.

¿Cómo se excusó el entonces alto funcionario? Diciendo que es “costumbre” del paraguayo tocar a una dama y que “no pensó” que se enojaría, además “no sabía que era un país muy exigente”.

Vergüenza, rabia e impotencia es lo único que se puede sentir con este tipo de comportamiento, pero lastimosamente a mí no me sorprende.

“Quiero agradecer al Gobierno Nacional por la oportunidad, como joven paraguayo y quiero decirles a todos los directores, jefes y funcionarios de Migraciones que hoy vengo como un compañero más de ustedes y mi deseo es que desde hoy nos pongamos de nuevo a trabajar para fortalecer nuevamente la seguridad de la República del Paraguay y llevar adelante esta digna dirección. Que el pueblo paraguayo mire el trabajo que vamos a hacer y que ahí nos juzgue como nos tenga que juzgar”, dijo el pasado 18 de agosto, cuando asumió. Tan vacío de ideas que solo agradeció a quien lo puso en el cargo.

¿Cuál fue el mérito de Vega? Los antecedentes dan cuenta que este hombre fue investigado por el asesinato de un hincha olimpista de nombre Elías Gabriel Rojas (18). Videos de circuito cerrado mostraron que de la camioneta del actual director de Migraciones bajaron dos hinchas de Cerro Porteño, uno de ellos acusado de ser el que efectuó el certero disparo que acabó con la vida del joven. La gresca se había dado antes de un clásico.

¿Cuántas serán las mujeres a las que “por costumbre” Julián Vega tocó sin consentimiento? El mundo conoció un pedacito de Paraguay con la bochornosa y descarada actitud de este politiquero. Que todos sepan que los hombres como este sobran acá. Señores: ¡nos matan también!

El problema es mucho más profundo de lo que parece. No nos indignemos solo con este hecho, que de por sí es bastante. Vayamos contra Vega y todos los acosadores. Ya no normalicemos el acoso.