El aborto es uno de los temas más espinosos cuya discusión deviene casi siempre en una gran polémica. En primer lugar sobresale de manera especial cuando se discute las argumentaciones, que generalmente tiene dos presentaciones: una que tiene que ver con la libertad de elección, y otra con el derecho a la vida. Pero por sobre todo se resalta la búsqueda del mantenimiento del statu quo.
Partiendo de la base de que el aborto es ilegal en nuestro país, la mayoría de las personas ni siquiera se preocupa en debatir estos argumentos. Después de varios años, hace algún tiempo volvió el tema a la discusión pública cuando salió a la luz el caso de Mainumby, la niña de 10 años que quedó embarazada y tuvo un hijo de su padrastro.
En ese entonces se enfrentaron los puntos de vista sobre los embarazos no deseados, o resultados de una violación. El tema adquirió preponderancia en los medios de comunicación, y en las redes sociales, pero nunca en las afectadas.
Esta semana nuevamente se plantea la posibilidad de que alguien se tome la molestia de debatir el tema, luego del hallazgo de 2 fetos en un mismo día. Todavía no vi ninguna movilización, ningún proyecto de ley, o alguna pronunciación de autoridades respecto al riesgo de la vida de la mujer cuando el aborto es provocado.
La ilegalidad de decidir qué hacer con su cuerpo, con su vida, sigue matando mujeres en nuestro país. No estoy de acuerdo con la interrupción de la gestación, pero tampoco con que un documento prohíba que tomes decisiones sobre tu propia vida.
Empecemos en la educación sexual. Desde ahí parte el problema. Ni el Ministerio de Educación, ni sus docentes se preocupan por debatir el tema. En este contexto vamos a tener que seguir esperando a que lleguen nuevos planteamientos a las instancias correspondientes.
Mientras tanto, por favor, “liberales” y “conservadores” recuerden que siempre es la oportunidad para dar a conocer sus argumentos a favor o en contra de modificar las leyes sobre el aborto. Mujer no te calles.