Hay padres amorosos, otros aman sin ser muy expresivos, existen padres comprensivos o bastante exigentes, protectores, consejeros, compinches...
Unos tienen la dicha de criar a sus hijos, de estar cuando se les cae un diente, anotar cada mes cuántos centímetros crecen, cuidarlos cuando se enferman, ir al festival de la escuela o alentarles desde las gradas cuando juegan un partido.
Otros no pueden ver a sus niños hacerse grandes, tal vez porque la economía les llevó a migrar, pero los padres que son responsables aún en la distancia están pendientes de los suyos.
Existen hombres que tratan a sus hijos como los trataron a ellos, que gritan porque de chicos les gritaron, que pegan porque les pegaron. Pero también están los que luchan cada día por cambiar ese patrón, por desaprender lo que aprendieron, por criar sin violencia hijos más seguros y felices, y eso es digno de aplaudir.
Hoy es un día para conmemorar a los padres que cumplen su rol, tengan lazos de sangre o de corazón.
Es una fecha especial para reconocer a los que hacen lo mejor que pueden con las herramientas que tienen, y también para recordar a los papás que ya partieron y son estrellas brillando en el firmamento.
A cada uno, feliz Día del Padre y que pasen un hermoso domingo.