
El periodo en el cual Alfredo Stroessner gobernaba nuestro país se podía dormir con las ventanas abiertas, según sus seguidores, pero también el Paraguay sufrió su nefasta y sangrienta dictadura.
“A los amigos, todo; a los enemigos, palo”, repetía siempre el colorado. Tal vez es una de las frases con la cual se puede resumir lo que significaron los 35 años del dictador para el Paraguay. Décadas en las cuales los correligionarios del presidente gozaban de privilegios otorgados por el “excelentísimo presidente” a través de importantes cargos políticos (el todo para los amigos).
Y los ciudadanos que no estaban de acuerdo con el régimen sufrían de terribles castigos (el palo para los enemigos).
Tras la caída del régimen stronista se encendió una luz de esperanza para los paraguayos, pero teniendo en cuenta dicha frase, tal vez lo único que cambió es el “palo para los enemigos”, que ya no es tan sangriento.
Un ejemplo claro de que los amigos todavía siguen recibiendo todo es la última designación del presidente Horacio Cartes, quien eligió como nuevo ministro del Interior al diputado Miguel Tadeo Rojas, hombre que cuenta con una preparación que no tiene relación alguna con seguridad o prevención.
El primer mandatario puso la seguridad nacional en las manos de un hombre que cuenta con bachillerato técnico en Electrónica, una licenciatura en Administración de Empresas y que es técnico superior en Transmisión Digital, según la página web de la Cámara de Diputados.
¿Cuál es el merito de Rojas realmente? Obvio, ser colorado. Sin mencionar la debatida reelección, que violará la Constitución Nacional, es claro que las viejas prácticas de Stroessner siguen tan vigentes como hace 30 años atrás.
Es preocupante la situación ¿Qué se viene después, señor presidente? ¿Perpetuarse en el poder? ¿Palos para los enemigos? El panorama para nuestro país es negro, pero no está dicha la última palabra, la que tenemos nosotros los ciudadanos, que será fundamental en las próximas elecciones presidenciales.