14 dic. 2024

¿A cuánto tu cédula marchante?, ¿y el título?

@uruser @uruser

A todo lo ya repetido de la educación en los últimos tiempos (locales ruinosos y sin agua potable, decanos corruptos y transfugueadas varias y de todos los colores) se suma ahora la re-edición de un viejo tema y ya sabido: las universidades truchas y sus inútiles títulos O sea, inútiles desde ahora, cuando el MEC decidió no aceptar los estudios en ciertas “universidades”.

¿Los damnificados? Los estudiantes que pagaron por años sus mensualidades, sus derechos a examen, las tesis y hasta el título, que ahora tendría el mismo valor de un papel con el cual... bueno, ya saben. Ahora comienza el viejo juego de la tirada de pelota entre instituciones con siglas rimbombantes y con dudoso proceder. El CONES, la ANEAES y en parte el MEC, son culpables por “mirar para otro lado” y no enterarse de las millonarias publicidades de las instituciones educativas.

Los congresistas también tienen su culpa, cuando desparramaban permisos (probablemente no gratuitamente) para universidades no solo de garage, sino también de maletín. Ahora... ¿qué haremos con los 6.000 afectados? ¿Que se jodan?

En el ámbito policial, el caso de Ibar Pérez Corradi, el narcotraficante y asesino argentino que obtuvo su cédula y pasaporte paraguayo mediante un generoso pago de 200 mil dólares y unos refuerzos de 100 mil, desnuda otra vieja historia: la venta de documentos al mejor postor, algo que no es de ahora pero que en este caso, por la notoriedad del favorecido, saltó a la luz.

¿Son seguros nuestros documentos? Evidentemente no. ¿Qué pasos hay que dar para arreglar este tema? No sabemos y todo se manejó con tal secretismo que hasta el ministro De Vargas fue uno de los últimos en enterarse (aunque eso quizás ya no sorprenda, pero en este caso fue por la mala o inexistente relación entre él y el comandante de la Policía).

¿Podremos esperar una mejor situación de seguridad cuando el uno y el dos de seguridad no se hablan? No creo.