12 dic. 2024

Cobradores se preparan para requerir hasta con batucada

Por fin de año, ya piden con escraches que suelten el aguinaldo. Funcionarios públicos son los que más chulean para no pagar, dicen.

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Con tal de que los morosos aflojen la billetera y paguen, los mbói usan distintas técnicas.

Gentileza

Mientras suenan las trompetas y el sonido del tambor retumba en toda la cuadra, la única opción es esconderse o dar la cara.

La Murga Marcianito es una banda de esteños que, con frecuencia, es contratada para escrachar a los morosos que no quieren soltar la billetera.

Por fin de año, ya se están preparando porque el aguinaldo está en puerta y los muchachos ya no tendrán excusas para no ponerse al día con sus cuentas.

Les hacen pasar vergüenza frente a los vecinos

Además de usar batucadas y recurrir a los más barullentos, los mbói se ingenian y acuden a métodos muy ingeniosos para cobrar su platita.

“Tenemos nuestra página de Instagram y TikTok, ahí la gente ve, nos escribe directamente y acordamos la fecha y el horario”, mencionó a EXTRA Emanuel Franco, líder del grupo.

Cobran G. 500.000, que incluye cántico de “fulanito pagá tu deuda” y G. 650.000 que trae otros chirimbolos como juegos artificiales (cebollón, fosforito, ere, eréa) y pasacalles.

El momento ideal es el horario nocturno, en el preciso momento en que el mal pagador está llegando o ya está en casa. Ahí los vecinos salen a mirar, graban y la pelada es el doble, he’i.

Para que el asunto sea más serio, cobran el 50 % de seña, por giro o transferencia y el resto durante el evento.

Carteles llamativos

La otra manera de reclamar es a través de los columneros y pasacalles.

“Yo hago así mismo como me piden. Muchos piden como título: ‘Morosos’ y después los nombres (de los que deben)”, apuntó Mario Insfrán, letrista, cuyo local está ubicado en el barrio Sajonia de Asunción.

La falta de respuestas muchas veces obliga a las personas a reclamar de esta manera, según apuntó.

Para evitar problemas con la ley, la empresa no se encarga de colocar los carteles. Los interesados deben contratar a terceras personas para que hagan el trabajo sucio.

Además, el precio de los pasacalles de escrache es mucho más elevado. “Igual la gente paga”, he’i Insfrán. “Por los pasacalles normales cobro a G. 20.000 el metro y con escrache incluido cobro G. 150.000, pero sin colocación”, soltó.

Los hombres lideran lista de los que menos quieren pagar, aseguran

-Funcionarios públicos

-Oficinistas

-Policías

-Militares

-Jornaleros

-Trabajadores independientes

Con megáfono reclama a los que deben

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Yoddy Rojas, la multifacética sanlorenzana, recurre a su particular megáfono para requerir a los que “se olvidaron” de pagar por la ropa o electrodomésticos que compraron a cuota.

El servicio no tiene costo porque la idea es ayudar al prójimo. Se maneja en la zona y en los alrededores y sí o sí piden pruebas para proceder.

“Primero les hablo (a los morosos) si va a pagar o no, y si no quiere pagar, roho chupe con el megáfono”, manifestó.

Redes sociales

Los grupos de Face, X (ex Twitter), y Wasap se usan para exponer a los morosos. Además de divulgar sus datos, los mbói contratan páginas de trozes que se encargan de requerir. Algunos solo lo hacen con el fin de hacerles pasar un mal rato porque saben que cobrar ya es una misión imposible.

Préstamos y celulares

Los escraches van dirigidos a personas que sacaron préstamos de usureros, amigos, conocidos, y hasta de familiares.

También celulares, electrodomésticos, muebles, ropas y mercaderías de las despensas, según los afectados.