Con una bata blanca y el bordado en el pecho que dice “Dr. César Alfonso S.”, recetarios y sello propio, hizo creer al rollo que es un ginecólogo-obstetra.
El fiscal Alexander Argüello dijo que el Ministerio de Salud denunció que Justo César Alfonzo Salinas estaría usando ilegalmente el registro profesional de otro médico.
Junto con la policía allanaron el miércoles la “Clínica Santa Isabel”, donde el ginecólogo mau atendía a sus pacientes, cerca del Hospital Distrital de San Estanislao.
La casa donde nació
El fiscal señaló al Diario Extra que la ñembo clínica privada funcionaba en la casa de la difunta madre del “doctor”.
Justo César supuestamente trabajaba en Asunción como doctor; eso hacía creer a cientos de lugareñas a las que revisaba como si fuera un médico especialista de verdad.
Sin embargo, iba los lunes, miércoles y viernes para atender de forma privada a las pacientes que le consultaban sobre sus problemas íntimos.
“Cuando la madre falleció, el supuesto ginecólogo se mudó a la casa y comenzó a atender todos los días, de lunes a sábado”, expresó el fiscal.
El engaño duró unos cuatro a cinco años, sin que nadie sospechara.
Durante el allanamiento encontraron varias evidencias, como recetas médicas, sello con su nombre y registro de otro profesional y varios instrumentos médicos.
Se sospecha que algunas habitaciones eran utilizadas como sala de internación, inclusive.
El “doctor Mau” cuenta con orden de detención y es investigado por producción de documentos no auténticos”.
Así le pescaron al avivado
El doctor Luis Velázquez, director general de Control de Profesionales y Establecimientos de Salud, realizó las primeras averiguaciones.
“Recibí la denuncia de parte de la Sociedad Médica y de un médico particular, quienes nos alertaron que una persona, siendo apenas un visitador médico, que ni siquiera es una profesión en salud sino de venta, se estaba haciendo pasar por médico y utilizaba el registro de otro médico”, señaló al Diario Extra.
Iniciaron las primeras averiguaciones y llegaron hasta Santaní.
“Conseguimos una indicación de medicamentos que llevaba la firma de este señor Justo Alfonso, firma como un gineco-obstetra y de medicina familiar”, expresó Velázquez.
El registro que utiliza corresponde a un anestesiólogo que, debido a una enfermedad, no está trabajando. La gente del Ministerio de Salud fue hasta la “clínica” y fueron recibidos por una mujer que, al sospechar, les cerró las puertas.
