Paso a paso, Marcos Leiva recorre las calles de Yaguarón (Paraguarí) cargando una mochila y una bolsa de hule, con la ilusión de algún día tener su propio negocio.
El joven de 28 años arma combos de verduras y llega casa por casa para ofrecerlos a tan solo G. 5.000. Cada bolsita contiene locotes, tomates, papa y cebolla; lo principal para preparar la comida.
El muchacho trabajaba en la capital del país, pero, con la pandemia de coronavirus, ya no pudo viajar. Sin embargo, no se quedó con los brazos cruzados y empezó primero a hacer sorteos; como no le fue muy bien, ahora vende las verduras que compra del mercado local.
“Muchas veces la gente prefiere no salir o no tiene tiempo, entonces, yo les acerco las verduras hasta la casa”, relató amablemente el muchacho.
El sueño de Marcos es tener algún día su propia verdulería.
El joven es masajista, pero por ahora no trabaja en su profesión.
Aunque no tiene hijos ni otras responsabilidades mayores, Marcos prefiere invertir su tiempo trabajando y así sobrevivir gracias a su propio esfuerzo.