Lourdes Leguizamón es una madre que desde hace 12 años intenta obtener la cédula de identidad de su hija en Encarnación, la capital de Itapúa. Su problema inició cuando inscribió a su niña en el Registro Civil con su apellido porque el papá estaba trabajando en Japón. Después, el padre volvió del país asiático e intentó reconocer a su pequeña. Pasaron más de una década de muchas idas y venidas... y el papel legal nunca apareció.
Vía crucis
Leguizamón reconoció que en varias instancias del papeleo sobornó a los funcionarios para que aceleren el trámite y no hubo respuestas. “Llegué a coimear. Gastamos muchísimo y ya no sé qué más hacer”, admitió en Itapúa Noticias.
La menor tiene ahora 16 años y continúa sin poder acceder al documento, pese a que hay una sentencia definitiva que da luz verde a la adición de apellido paterno. “Mi hija está en el segundo año de la Media en el colegio y yo por caradura estoy logrando que se le acepte en el colegio porque ya no se le acepta más a nadie sin cédula hoy en día”, justificó la afectada.
Añadió que incluso teme ser denunciada ante las autoridades por no contar con dicha documentación, ya que es una obligación darle una identidad a los hijos. “Soy humilde, pero pienso en las otras personas que son más humildes que yo. ¿Cómo hacen para hacerle la cédula”, lamentó la mujer.