Un desgarrador panorama fue con el que se encontró la fiscala Analía Rodríguez, al intervenir en un caso de abuso infantil. La víctima tiene 15 años y está embarazada de ocho meses de su propio hermano, que abusó de ella.
La comitiva fiscal rescató a la menor y corroboraron que vivía en una situación de extrema pobreza; ni siquiera tendría ropas.
Los vecinos fueron los que denunciaron la situación y agregaron que la niña era obligada a prostituirse aun en estado de gravidez.
“Eran poco después de las 13:00 y ella misma nos contó que aún no había almorzado, que solamente tomó un yogurt. Realmente es una pena la situación en que estaba”, explicó la funcionaria del Ministerio Público al portal La Jornada.
El procedimiento se realizó ayer en Juan E. O’leary (Alto Paraná).