La caída de María Auxiliadora en un bache fue la tragedia más grande de los últimos tiempos en Concepción. El hecho ocurrió el 23 de mayo del año pasado, en plena procesión, lo que dejó aún más afectados a los concepcioneros, quienes tuvieron que ver cómo su santa patrona quedaba con la cabeza quebrada.
Sin embargo, después de largos doce meses, pueden decir que la herida está casi sanada, luego de que este fin de semana se reparó finalmente el tramo de la calle Bernardino Caballero, donde ocurrió el triste episodio.
Desde aquel momento, el intendente Alejandro Urbieta prometió que la arreglaría, pero sus palabras quedaron en promesas, que no fueron cumplidas, y la comuna nunca reparó la arteria.
No obstante, mediante un convenio entre la Gobernación y la Municipalidad, el fin de semana se logró la reparación de la calle y se prevé recapar unas 120 cuadras más de la ciudad, que se encuentran en deplorable estado.