Las transfusiones de sangre no son 100% seguras, debido a que en un periodo llamado “ventana” no puede detectarse la enfermedad que podría tener el donante. La persona pudo haber donado sangre en el tiempo que tarda el organismo para reaccionar a la enfermedad que le fue transmitida, lo que impide que se detecte si está contaminada.
La doctora Elsi Vargas, directora del Centro Nacional de Servicio de Sangre, señaló que el hecho de que la transfusión sea segura depende de la sinceridad del donante. “Por ejemplo, si la noche anterior tuvo una relación sexual sin protección, el donante debe ser responsable y contar la verdad, porque no hay un reactivo que pueda detectar el virus que pudo haber contraído”, indicó Vargas.
Las enfermedades que pueden ser transmitidas a través de una transfusión de sangre son la hepatitis, sífilis, chagas y VIH.
Infectado
A un adolescente de 15 años se le detectó el virus del sida. El paciente nació con una enfermedad llamada hemofilia por lo que desde pequeño le realizaron transfusiones de sangre y derivados. Sus familiares denunciaron que el joven adquirió el virus en uno de los últimos tratamientos que le realizaron en el Hospital de Clínicas.
Auditoría
El director del Hospital de Clínicas, Domingo Pizurno, manifestó que desde ayer se dio inicio a una auditoría de los centros que asistieron al joven. Señaló además que el Programa Nacional de Sangre investigará de dónde proviene la sangre que infectó al paciente.
Caso anterior
En el 2010 los padres de una niña de 7 años presentaron una denuncia contra autoridades sanitarias porque supuestamente en una transfusión se le transmitió VIH. La entonces ministra de Salud, Esperanza Martínez, ofreció trabajo al padre como resarcimiento, pero el hombre rechazó. La causa fue archivada porque fue imposible demostrar cómo se infectó la menor.