Mientras ataba las cuerdas a su carretilla con unas manos marcadas de tanto trabajar, Ramón Ramírez recordó que, en sus inicios como carretillero del Mercado 4, su instrumento de labor era de madera, pero “ahora todas son de hierro”. El obrero de 56 años es uno de los más antiguos del lugar, pues hace 38 que traslada mercaderías de aquí para allá en los rincones del populoso centro de compras. Junto a Mario Ramón Díaz, que lleva 42 años en el oficio, es de los más experimentados guerreros de la carretilla.
Ramírez contó que todos los días, de lunes a lunes, se despierta a las 03:00 de la madrugada para prepararse y llegar desde Reducto, San Lorenzo, hasta el Mercado 4. “Camino tres cuadras desde mi casa hasta la ruta para agarrar la Línea 20. Hay muchos malandros por ahí, difícil es mi camino, no tienen armas de fuego pero, por cualquier cosa, siempre tengo una hondita”, reveló.
“Por más de que haya tormenta, vengo. Trabajo como burro, no gano mucho, pero alcanza para sobrevivir”, contó entre risas para luego añadir: “Calidá es Dios conmigo porque no me llevó aún”.
Ejemplo de vida
Don Mario es oriundo de Yaguarón. A más de llevar los productos en su carretilla de hierro, utiliza a la “leal compañera” como cama, ya que solo los sábados (al término de sus tareas) va hasta su casa, cuando su hijo de apenas 13 años años va a buscarle. “Pongo un cartón, sábana, almohada, frazada y, entre las 5 y las 7 de la tarde ya duermo”, explicó.
Díaz empezó cargando lechuga, papa, cebolla, queso y chorizo. Ahora es empleado de un local comercial en el que le toca llevar de todo un poco. Comentó que, en cada viaje que realiza con su carretilla, transporta unos 30 kilos de carga.