04 may. 2025

Tobilleras: “Nos miran como si fuéramos unos criminales peligrosos”

4 usan el aparato en una familia: dicen que es por denuncia falsa. Beneficiado aseguró que conflicto con su excuñada es por una casa.

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Este es el aparato que llevan los 4.

Gentileza

“Estamos todos con las tobilleras, es algo tan incómodo. Cuando salimos oñemañamba ore rehe (nos miran todos) como si fuéramos criminales peligrosos”, contó Francisco, uno de los primeros portadores del aparato de control.

Tras conocerse la historia de los cuatro miembros de una familia que usa las tobilleras electrónicas, uno de los afectados contactó con EXTRA para dar su versión.

Dijo que le pusieron el aparato a él, a su hermano, a su hermana y a su papá de 77 años, un adulto mayor con enfermedad crónica, luego de una denuncia por violencia familiar de su excuñada.

“Le pusieron la tobillera electrónica a un señor que apenas ya camina, sin piedad hicieron esto por un viejito que ya está con medicamentos continuamente, eso lo que más nos dolió”, cuestionó.

“Mi papá está stock porque tiene algo por su tobillo ‘omborurupáma la che retyma’ (me hincha toda la pantorrilla), dice él”, relató Francisco.

El entrevistado asegura que María (la excuñada) presentó denuncias falsas en contra de los cuatro con la intención de quedarse con la casa de su hermana, Zulma.

Contexto

María estuvo de pareja con el hermano de Francisco. Fruto de esa relación nacieron sus 3 hijos, que ahora tienen 12, 14 y 17 años. Durante el tiempo de concubinato vivieron en la casa de Zulma, la excuñada de María, en 4 Mojones, Lambaré, hasta que en la pandemia el señor falleció por covid.

Tras el fallecimiento de la pareja de María, la mujer y sus hijos tuvieron que salir de la casa, se fueron a vivir en la zona con un familiar.

Sin embargo, según la versión del entrevistado, los niños vivían como huérfanos en la calle, por lo que los tíos paternos se compadecieron y le pidieron a la excuñada que vuelvan a vivir con ellos en la vivienda de Zulma.

“Después vivieron con mi papá, mi hermana y la mujer. Entonces yo vivía con mi pareja en Itauguá, pero venía a trabajar con mi hermano porque en el lugar teníamos nuestro taller de costura y veía la situación, cada vez empeoraba porque no le cuidaba a sus hijos, pasaban hambre”, relató Francisco.

En marzo del 2024 hubo un enfrentamiento entre María y Francisco. Ella le denunció por violencia contra la mujer, tenía un moretón bajo el ojo, pero el entrevistado asegura que no le tocó.

A raíz de esta denuncia, Francisco estuvo dos meses en Tacumbú, luego le dieron prisión domiciliaria, un primo le acogió y vivió en Ypané. Después consiguió su libertad.

Recientemente, la mujer denunció a los tres hermanos y a su exsuegro por violencia contra la mujer, por violencia contra los niños y porque supuestamente les daba drogas a los chicos. Por esta razón, ahora ellos tienen prohibido acercarse a 500 metros de donde están los menores y de la mamá.

Pero asegura que hace tiempo ya no se acercaron a ella ni a sus hijos

Explicó que sus tres sobrinos y la abuela materna están viviendo en el domicilio de su hermana en Lambaré. Mientras que la denunciante vive en otra residencia.

Los cuatro con tobilleras viven con un pariente en la zona del Mercado 4, donde hacen changas para sobrevivir.

“Es impresionante, pareciera ser que el juez no leyó los documentos y hasta a una persona de la tercera edad le alcanzó la tobillera electrónica”, se quejó.

Contactamos con María en el número con terminación 674, pero no hubo respuestas.

Todas sus cosas quedaron en Lambaré

“El martes estábamos trabajando en nuestro taller en 4 Mojones, la chica nos mandó Antinarcóticos, denunció que somos drogadictos, que vendemos cocaína, marihuana, eso es mentira: nosotros ni cigarrillos fumamos”, declaró Francisco.

“Es re incómoda (tobillera), cuando caminás te golpea el tobillo, te hace hinchar toda la pierna, tenés que cargar 2 horas en el día, tenés que estar enchufado 2 horas en un lugar”, detalló. Los 4 fueron desalojados de la casa sin sus pertenencias.