Un testigo relató los momentos de terror y adrenalina pura vividos durante el violento asalto al banco Itaúa de Katueté, Canindeyú.
“Se nos adelantó el Año Nuevo por acá”, comenzó diciendo el joven a Monumental 1080 AM, que junto a unos amigos, celebraba un cumpleaños cuando todo empezó.
“Eran como las 2:40 de la madrugada. Estábamos en la sala, escuchamos los tiros y al mirar por la ventana vimos luces y explosiones, a una cuadra y media. Al principio no quisimos ni asomarnos, pero como duró casi una hora, salimos al balcón. No había nadie en la calle, solo ese grupo de hombres fuertemente armados frente al banco”, contó.
Según el testigo, los delincuentes tenían todo calculado: “Había gente trabajando adentro y otros afuera haciendo disparos al aire. Pusieron dos barreras, una hacia la entrada de Katueté y otra camino a Saltos del Guairá. Hasta tenían un dron vigilando desde arriba para ver si se acercaban patrulleras, eso nos llamó la atención, es muy sofisticado usar un dron para este tipo de asaltos”, dijo.
En el grupo, de entre 15 a 20 personas, hablaban portugués y actuaban con total coordinación. “Uno daba las órdenes, gritaba y marcaba los tiempos. Cuando terminó todo, se escuchó ‘¡vai, vai, tudo mundo vai!’ y empezaron a salir corriendo hacia los vehículos. Fue impresionante”, recordó.
Apenas vieron que se retiraron, el joven y sus amigos se bajaron y fueron hasta el banco, donde ya estaba la policía y uno de ellos les contó que los asaltantes colocaron clavos “miguelito” frente a la comisaría para evitar que lleguen hasta el sitio.
“El lugar quedó con rastros de guerra, fue impresionante, casquillos, balas de todos los calibres, yo junté unos cuantos para tener de recuerdo”, dijo el testigo.
Los delincuentes volaron parte del frente del banco, donde incluso abrieron un boquete. “Hay cuatro bancos en la esquina, pero parece que eligieron el Itaú porque no tiene departamentos arriba. Fue un golpe muy bien planeado, nada improvisado”, agregó.
Durante el atraco, un camión de una empresa quiso pasar por ahí y se topó directamente con la barrera. Los bandidos le hicieron retroceder con una linterna sin reaccionar contra él.