El calvario comenzó cuando su pequeña de tan solo cuatro años le dijo que su tío materno intentó abusar de ella. La niña afirmó que el hombre empezó a manosearle y pedirle que haga cosas obscenas.
Tras esta grave acusación, fue a denunciar el hecho y la madre de la criatura reaccionó echando de la casa al denunciante, un español que es el padre de sus dos hijos. Él indicó que desde ese momento empezó su tormento.
Valentín Domínguez, defensor del extranjero, señaló que la mujer le despojó de sus pertenencias de valor y que le pidió 800.000 euros a cambio de no atentar contra su vida. Luego, el denunciante sufrió un atentado: desconocidos, contratados presuntamente por su ex, abrieron fuego contra su casa. La mujer fue descubierta y hoy está imputada por este hecho.
El profesional del Derecho mencionó que la preocupación del padre aumentó cuando se enteró que la mamá de sus hijos se dedicaba a la prostitución y que utilizaba la misma pieza donde dormían las criaturas para tener los encuentros íntimos con sus clientes.
“La niña le contó a su papá que la mamá le mostraba a su hija cómo se tienen relaciones sexuales. También le enseñaba cómo tenía que tocarse sus partes íntimas”, manifestó Domínguez.
El extranjero le reclamó esta situación a su ex. Ella le respondió que no tenía otra pieza y que sus hijos iban a tener que acostumbrarse.
Intentamos comunicarnos ayer con la acusada, pero no atendió nuestras llamadas telefónicas.
Niños siguen con la madre
El ciudadano español está desesperado porque el caso judicial no avanza, a pesar de las graves acusaciones. Sobre la mujer pesan dos imputaciones. Él quiere cuidar de sus hijos, pero el Juzgado de la Niñez y Adolescencia de Paraguarí tiene el caso en apelaciones desde hace cinco meses sin resolver la situación, según denunció el abogado Domínguez.