25 abr. 2024

Tema tatakua: Empresa dice que artesanas fueron las que copiaron su modelo

El modelo que ellos fabricaron es más achatado y tiene parrilla, sostienen. “En varias ocasiones les pedimos que respeten nuestro diseño”, alegan.

Tatakua

Más achatada y con parrilla, así son los modelos de la empresa, diferente al de las alfareras iteñas, afirma empresa.

Una polémica de aquellos se armó entre un grupo de alfareras iteñas y un empresario, luego de que las doñas denunciaran públicamente que eran “perseguidas” por producir el tatakua, tradicional horno portátil de barro.

Ante la ola de críticas que se le fue encima, la empresa denunciada, “Tatanonna Paraguay”, de Juan Ignacio Troche, publicó ayer un comunicado donde aclaraban que “no se oponen” a que las artesanas fabriquen los hornitos de barro, sino que querían dejarles en claro no copiarles el nuevo modelo del horno que ellos lanzaron.

“En su momento cuando nosotros nos comunicamos con la gente de Kambuchi Apo y le solicitamos hacer con ellos unos hornos con ciertas características, que era lo que estábamos necesitando. Recibimos un rotundo ‘no’, nos dijeron que los hornitos son como son y no se le puede hacer ninguna modificación”, dice parte del texto lanzado en su cuenta de instagram.

Indicaron que, ante la negativa de las doñas a trabajar en conjunto, ellos comenzaron a laburar con otros artesanos y desarrollar su propio modelo.

“Fueron muchos intentos de prueba y error, mucho trabajo en buscar complementos, materiales e implementos que hagan del hornito viable para funcionar como un horno de verdad y logra cocinar alimentos. Fuimos probando, desarrollamos una forma elíptica achatada para que la cocción fuera óptima, empezamos a probar soportes para la parrilla, (...) desarrollamos lo que es la parrillita de acero inoxidable, y fuimos buscando alternativas de piedras refractarias, lo que nos llevó varios meses de prueba para lograr dar con los materiales indicados”, explicaron en el comunicado para demostrar que sus tatakua no son parecidos a los de las iteñas.

Indicaron al final del texto que una vez que, tuvieron su propio diseño, decidieron protegerlo, ya que no existía en el mercado un horno de barro con las mismas características en cuanto al diseño y sus funciones. “Solicitamos al registro debidamente a la DINAPI (Dirección Nacional de Propiedad Intelectual)”, alegaron.

Resaltaron que quedaron sorprendidos cuando las mismas artesanas de Kambuchi Apo comenzaran a hacer hornitos cada vez más parecidos a su modelo, la misma forma achatada que solo ellos tenían, con pestañas y parrillas también. “En varias ocasiones les pedimos que respeten nuestro diseño, a lo que se negaron, por eso decidimos enviar los requerimientos”, puntualizaron desde la empresa.