Desde afuera ya lo había “fichado”. Ella, una chica de 39 años, parecía perdida, miraba inocentemente. Del otro lado, en un cajero de Villa Hayes, él, un hombre casado de 50 años, hacía extracciones de dinero.
La mujer se le acercó y le pidió ayuda con su tarjeta; esa era su manera de enganchar a los hombres, a quienes luego engatusa y extorsiona. Más tarde, cuando él fue al súper y volvió, ella seguía ahí, esperándolo. Le pidió que la llevara a otro lugar porque supuestamente se había quedado sin plata. Él aceptó, y durante ese trayecto intercambiaron números de WhatsApp, dando inicio a una relación tóxica.
Ambos empezaron a chatear y en los días siguientes, llegaron los pedidos de dinero y las amenazas de que él sufriría consecuencias si no accedía. La mujer incluso iba hasta su trabajo para exigirle el dinero en persona, para no dejar evidencia.
Se habían conocido a finales de diciembre de 2024, y la relación se mantuvo oculta hasta abril de 2025, cuando la esposa descubrió los mensajes y enfrentó a su marido.
“Fue ahí que él me contó todo. Le pedí que me diga la verdad. Tras confesarme, cambió su número de inmediato”, relató la mujer a EXTRA.
Pero en junio de 2025, la amante no solo denunció al marido, sino también a la esposa y al hijo, acusándolos de atropello de domicilio, amenazas y otros hechos que, según ellos, nunca ocurrieron. “Jamás pisamos su casa, jamás tuvimos contacto. Inventó todo”, aseguró.
Buscó y encontró
Ella comenzó a investigar por su cuenta y descubrió que la mujer tenía varias cuentas en redes sociales y supuestamente “trabajaba” con abogados y testigos falsos como su hija y su hermana para que las denuncias parecieran reales.
Buscan alertar para que otros no caigan
Hoy, tres de las víctimas están en contacto y esperan que se emita una orden de captura por un caso pendiente de agresión grave, donde las acusadas no cumplieron con las medidas impuestas. La esposa decidió contar su caso para alertar y evitar que más familias caigan en algo similar, aunque aun no realizó la denuncia, porque espera blaquear primero a su familia. “Ellas se dedican a eso, es su negocio. Pero yo no voy a pagar algo que no hice. Prefiero gastar en abogados antes que darles un guaraní”, dijo.
El famoso “acuerdo”
El primer intento de “arreglo” fue de G. 50 millones; un abogado los llamó por teléfono, pero la familia se negó y llevó el caso a juicio oral en el juzgado de Villa Hayes. Después de dos días de audiencia en octubre de 2025, ganaron el juicio. Sin embargo, la otra parte apeló, intentando presionar nuevamente por el mismo monto.
“Nos dijeron ‘mi clienta pide 50 millones’. Nosotros no hicimos nada. Jamás le íbamos a pagar”, afirmó la esposa.
Según la mujer, lo mismo le hicieron a al menos 22 hombres en Villa Hayes, Mariano Roque Alonso, Limpio y Luque. Los denunciaban por cosas como violencia familiar, hurto, robo, agresiones inventadas e incluso abuso sexual, como pasó con un hombre fue preso por no entregar G. 80 millones.
La esposa dijo que habló con otras víctimas y muchos le contaron que prefirieron pagar y los que no, perdieron sus familias. Por miedo a exponerse, ninguno se animó a denunciarlas.