Hasta ahora nadie sabe qué pasó de la plata que una empleada doméstica paraguaya cobró en el caso (AMIA).
Luego del peor atentado que sufrió Argentina, el 18 de julio de 1994, Castorina Amarilla Estigarribia, quien actualmente tiene 70 años, aprovechó la situación y afirmó que su marido, Patricio Irala, un supuesto chofer de la mutual judía, falleció junto con 84 personas más.
Castorina logró cobrar una indemnización de 55 mil dólares (casi G. 500 millones en aquella época), pero años después se descubrió la mentira.
Lo que pasó
Patricio, el que supuestamente murió en el atentado, vive en Luque. Tiene 78 años. Fue funcionario militar (panadero) incluso estuvo sujeto a investigación, pero todo se aclaró finalmente.
La historia inspiró el libro en que se basó la película “Descansar en paz”, de Netflix y reabrió viejas heridas en la familia.
A 30 años de ese episodio, sus allegados piden que Castorina cuente la verdad, porque hasta ahora solo evita hablar del tema y su respuesta siempre es la misma: “ya pasó hace mucho tiempo”, según manifestó a EXTRA una persona cercana a ella.
“No sabemos qué hizo de la plata, hizo una casa donde vive actualmente (en Lambaré), pero lo que cobró fue bastante y no sabemos dónde se fue todo”, apuntó.
En ese entonces, Castorina presentó dos testigos que confirmaron su versión. Se presume que dicho dinero lo repartió entre sus cómplices.
En 1995, la compatriota volvió al país, pero recién en 1999 Aáron Edry, jefe de seguridad de AMIA, descubre que Patricio no formaba parte de la delegación. Allí sus familiares se enteraron que Castorina burló al sistema argentino.
“Ella dijo que tuvo un accidente de colectivo y cobró una indemnización. Ella vino y le echó (a Patricio) de la casa, él nunca supo lo que ella hizo, excepto cuando se presentaron en su trabajo y le informaron”, manifestó el familiar. Al ser descubierta, Castorina inventó que tenía otra pareja, quien tenía el mismo nombre y apellido que su esposo.
“Ella le estafó al gobierno argentino”, reiteró la persona allegada. Patricio y Castorina están casados desde hace 44 años, pero viven separados desde hace 30. La familia y los hijos de Patricio quieren limpiar el nombre de su papá, pero para él ya es una historia cerrada. Él no sabe que su historia es una de las más vistas en Netflix
Honrar su nombre
Lo hacen ver a Patricio como estafador.
Para honrar el nombre de Patricio, su familiar decidió desenmascarar a Castorina, a quien pide que cuente la verdad. Presume que la mujer no planeó esto sola.
“Todo eso fue una mentira de (Castorina) que inventó eso, ella no tuvo una pareja allá, inventó que (Patricio) falleció ahí para que ella pueda cobrar esa plata (Patricio) nunca pisó la frontera, él se quedó a cuidar a sus seis hijos y (Castorina) estuvo casi cuatro años trabajando en Argentina”.
“La película da a entender que (Patricio) se quedó con la plata, pero él se quedó en una choza de madera, cerca del río. O sea nada que ver con lo que cuenta la historia”, apuntó.
Extradición
La justicia argentina había pedido la extradición de la compatriota, pero un juez lo rechazó, porque el delito ya prescribió.
Castorina estuvo seis meses en Buen Pastor, según señaló su familiar, pero luego salió libre.
“Si pisa Clorinda, ella será detenida por la justicia de ese país”, afirmó.