El primer día del año fue aprovechado por varias personas que se metieron al lago Ypacaraí, a pesar de que la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) informó acerca de la alta cantidad de coliformes en el agua. Incluso los niños ingresaron al lago, sin que sus padres tuvieran en cuenta las recomendaciones de los entes encargados de habilitar las playas.
“Las lluvias limpiaron el agua, por eso entramos a refrescarnos”, fue la excusa más común entre los veraneantes. Al respecto, la Seam comunicó que, efectivamente, la cantidad de cianobacterias (algas) disminuyó con las últimas lluvias; sin embargo, los desechos cloacales aumentaron un 80%.
Griselda Osorio, de Luque, llegó a las playas de San Bernardino con sus familiares. “Ahora vinimos a mirar cómo está el agua, no nos preparamos para bañarnos pero vamos a volver”, señaló la mujer. Añadió que con la nueva ruta habilitada es más rápido llegar a la ciudad veraniega.
Recreación
Quienes prefirieron no entrar al agua disfrutaron de un paseo de 25 minutos en barco, a 10 mil guaraníes por persona. Marcos Carballo, propietario de dos barcos, manifestó que en Navidad tuvo muchos clientes. “Algunos vienen exclusivamente para bañarse, pero muchos solo quieren pasar el día acá", contó Marcos. Otros optaron por llevar sus hamacas o carpas de camping para pasar el feriado y el fin de semana en las playas de San Bernardino.
Más ventas
En comparación con el año anterior, las ventas aumentaron considerablemente, según los comerciantes apostados en el lugar. Por otro lado, los pasajeros aguardaron por horas los micros, que aparecían solo cada tanto.