Cada vez son más los indicios que ponen entre la espada y la pared a Joel Guzmán Amarilla Jara, principal sospechoso de la desaparición de Luz Dahiana Espinoza, novia del detenido y a la vez madre de su hijo.
La fiscala Daysi Sánchez dio a conocer el resultado positivo de las pruebas de ADN a las que fueron sometidos hisopados extraídos de la bañera que está en el sanitario del inquilinato en el que ambos residían.
“Fueron comparadas con muestras de sangre tomadas de sus padres y dio una compatibilidad del 99,9%”, detalló la fiscala.
Pese a no hallarse el cadáver de la chica, los investigadores cuentan con cada vez más elementos que confirmarían su fallecimiento.
Ante esto, el Ministerio Público tendrá a su cargo analizar una posible ampliación de la imputación, la cual sería por feminicidio.
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En la mañana de este viernes, una comitiva fiscal llegó hasta la matadería del patrón de Dahiana, César Brítez, en Itá.
En un primer allanamiento hace meses atrás, se encontraron un serrucho, un martillo y un hacha con sangre. Los análisis arrojaron que es de humano, aunque todavía no hay resultados si pertenece a la joven madre desaparecida, por lo que volvieron al sitio a revisar.
“Vamos a ver el pozo, por ejemplo, y otros lugares para saber si hay más datos”, dijo la investigadora.
Se encadenaron
El miércoles, llegaron hasta las afueras del Juzgado de J. Augusto Saldívar los padres de la chica para encadenarse, solicitando al juez Leonardo Ledesma el visto bueno para hacer la reconstrucción de los hechos en el inquilinato. Con este procedimiento los familiares esperan que se pueda tener un panorama más claro.
Los familiares afirmaron que Guzmán Jara no pudo haber cometido solo el asesinato. De hecho, el detenido había involucrado al jefe de la chica en el hecho. Agentes de Homicidios de Investigación de Delitos acompañan la investigación.