El “bebito” daba pataditas, incluso se le había celebrado el famoso baby shower; nueve meses después de haber confirmado que venía un bebé en camino, llegó el momento del parto.
En la noche del jueves, Gisselle Galeano fue llevada por su marido hasta el Hospital de Clínicas.
Veinte minutos después de dar a luz, la joven se retiró de la sala de parto, donde supuestamente trajo al mundo a su chiquito de forma normal, pero al rato la historia dio un giro inesperado.
“Me dijeron que mi hijo murió y que venga a buscarlo mañana”, contó entre llantos la joven. Al día siguiente volvieron, pero resultó que no había ningún bebé en el hospital. Su pareja, Marcos Darío Paiva, inmediatamente denunció el robo de su bebé.
Pero algo no cerraba en la historia. Autoridades de Clínicas afirmaron que era la segunda vez que atendían a la joven, y que aparentemente nunca estuvo embarazada. Además, la joven dijo que el control prenatal se había hecho de forma privada.
¿Psicológico?
Ante la posibilidad de que se tratara efectivamente de la desaparición de un bebé y la convicción de familiares y la pareja sobre el embarazo, intervino en el hecho el fiscal Cristhian Roig, quien solicitó un estudio forense y ginecológico de la chica.
La llevaron al Centro de Atención a Víctima, del Ministerio Público, y posteriormente al Hospital San Pablo, donde tras, varios estudios, se confirmó que nunca estuvo embarazada. “Pedimos análisis psicológico y psiquiátrico para confirmar si fue un embarazo psicológico”, refirió Roig.
Tienen hasta un parto falso
El médico forense Pablo Lemir expresó que el embarazo psicológico tiene todas las características de uno normal e incluso al momento del parto se da una especie de pérdida del feto. “Incluso hay mujeres que tuvieron y pensaron que perdieron la criatura y sintomatizan el parto”, señaló. Gisselle, tras salir de Clínicas, había asegurado escuchar el llanto de su recién nacido y que hasta lo tocó.