13 dic. 2024

Robamotos se confiesa: “Fallé, pero ya es tarde”

Ricardo Martínez robó la motocicleta en el microcentro de Asunción. Fue detenido en Lambaré. Ricardo Martínez robó la motocicleta en el microcentro de Asunción. Fue detenido en Lambaré.

Mientras las lágrimas se deslizan por su mejilla, Ricardo David Martínez Cabrera (20) se muestra arrepentido en el húmedo calabozo de la Comisaría 4ta. de Lambaré. No se cansa de pedir perdón a las personas a quienes llegó a causar daño.

Ayer, el joven fue detenido en una barrera policial realizada en esta ciudad, cuando huía hacia Ñemby. Acababa de robar una moto en las inmediaciones de la Comisaría 1ra. de Asunción. Luego de ser capturado, cuenta que su vida delictiva comenzó con pequeños robos hace unos tres años.

Sus ojos verdes se humedecen cuando recuerda el “motivo” de su vida delictiva: su pequeño hijo de tan solo 10 meses. “Yo consumía drogas, después comencé a robar cosas y por eso tengo antecedentes. No podía conseguir trabajo, estaba desesperado”, revela tras las rejas.

“Sé que fallé y me arrepiento, pero ya es tarde. Tengo muchos enemigos en (la cárcel de) Tacumbú. Yo digo que, llego allá, y me van a matar”, se lamenta. Ricardo no tiene dramas al contar cómo era su modus operandi. “Yo corto nomás los cables de contactos y hago arrancar. Enseguida encuentro quién quiera moto por G. 400.000", confiesa. Añade que es fácil cambiar el chasis de una moto y que después de esto “queda como nueva”.

Las enemistades de las que habla se remontan al año pasado, cuando vivía sumido en las drogas. Recuerda que un día fue donde estaba el dealer (repartidor) de crack y que minutos después se produjo un allanamiento. “Consumía crack, me fui a comprar y justo cayó la ‘cana’ (Policía). Dijeron que yo ‘canté' todo, pero no chismoseé nada”, asegura, mientras rompe en llanto nuevamente.

Afirma que su vida estuvo marcada por la necesidad: sus padres venden verduras y apenas logró terminar el 4to. grado. “Ya no voy a jugar partido, no voy a ir a la plaza, ya no le voy a ver a mi hijo... eso duele mucho. Perdí todo ya”, se reprocha.

Gaspar Mereles, jefe de la Comisaría 4ta., Central, señala que la mayoría de las motocicletas que son robadas van a parar a un desarmadero.