La rutina ha dado un brusco giro en la familia Pereira Ramírez, luego de que Richard fuera baleado en la nuca por el agente policial Johnnie Orihuela, de la comisaría 4ª de Asunción, en otro lamentable caso de “gatillo fácil”, el pasado 13 de agosto.
El triste episodio despertó la solidaridad de todo un país que mostró su indignación por la desgracia que sufrió el joven. En los últimos días, los músculos del muchacho han empezado a atrofiarse. La víctima ya perdió mucha masa muscular, por lo que será internada para seguir un tratamiento intensivo no solo físico sino también psicológico.
“Toda mi familia es artemarcialista. Días antes estuvimos practicando. Me desarma pensar que a lo mejor ya no pueda hacer eso”, dijo con voz quebrada don Richard Ramón Pereira, padre de la víctima.
Esperanza
“Agradezco a la ciudadanía todo el apoyo que me ha brindado hasta ahora. No pensé que iba a mover tanta gente. Me hacen sentir tantas cosas... Pero no quiero que quede en la nada”, expresó por su parte Richard, la víctima del disparo.
El tratamiento médico será en el Centro de Rehabilitación del Impedido Físico (Cerenif). El costo de la terapia asciende a los G. 30 millones. “Ellos (por la policía) llevaron a su terapeuta para la evaluación y me dicen que no hay presupuesto para lo de mi hijo”, lamentó el papá. “Sinadis vino y sacó fotos para la pantalla nomás, pero no se hizo cargo tampoco”, continuó.
Por este motivo, han unido sus esfuerzos para organizar otra pollada este domingo en su domicilio de barrio Obrero y recaudar fondos. También se subastará una camiseta que fue donada por el futbolista de Sol de América, Ernesto “Pinti” Álvarez, actual goleador del Clausura.