ALEGRE. Así recordará a Milciades su familia.
Milciades Casco Maidana (13) fue el sábado a la despensa en Paso Carreta, Edelira, Itapúa, pero al regresar una fuerte tormenta le sorprendió.
“Eikéke che memby ápe”, fue el pedido desesperado de doña Rosa al ver a su hijo pahague llegar a la casa en medio del temporal; minutos después un rayo acabó con su vida.
“Desde que entró al patio mamá no le dejó de mirar, yo le observaba, se bajó de la moto, como para orinar y ahí pasó todo. Yo le vi en el suelo, pero mi madre vio cuando el rayo cayó y él se desplomó. Nunca antes se quedó bajo ese árbol”, lamentó Fabio, su hermano.
Intento desesperado
Corrió para socorrerlo, pero no hubo caso: Milciades murió. La descarga eléctrica producida por el rayo le provocó quemaduras, moretones y un paro cardiorespiratorio, lo que lo mató al instante. Sin embargo, Fabio no quería aceptar tan triste final.
“Le alcé y le intenté reanimar muchas veces, pero estaba muerto”, contó. Aún así llevó el cuerpo de su hermano hasta el hospital más cercano, en donde le dijeron que no había doctor. Desconsolado, lo alzó de nuevo para llevarlo a otro nosocomio. “No quería aceptar, hasta ahora no creo”, dijo con voz entrecortada. Bomberos voluntarios lo trasladaron al Sanatorio Niño Jesús, donde se confirmó su deceso.
“La familia está devastada, ese rayo nos dejó sin el pahague y el alma de la casa”, apuntó. Familiares y amigos recordaron ayer en el entierro al adolescente como un chico demasiado alegre y bueno, mientras sus compañeros del 6to. grado le despedían en un mar de lágrimas. “Lo último que vimos es su sonrisa y con eso nos quedamos”, finalizó.