Con un chaleco y un silbato, Nelly Oreggioni (56), portera de la escuela Silvio Pettirossi de Luque, se coloca diariamente en medio de la Avenida General Aquino, para dirigir el tránsito y así los alumnos puedan cruzar la congestionada ruta.
Esto se dio debido a que no cuentan día a día con un oficial de tránsito, pese a que este año dos alumnos sufrieron accidentes al cruzar la avenida. “Una vez a la semana venía un agente, pero dejó de aparecer y me quedé yo. El chaleco me regaló un vendedor que se ubica frente a la institución y, el silbato, el papá de un alumno”, contó la trabajadora.
Agregó que este es su cuarto año como funcionaria de la institución y afirmó que se siente muy orgullosa por ello. “Algunos choferes de micro, cuando me ven en la ruta, ya paran para que mis alumnos puedan cruzar. Son los camioneros y motociclistas quienes no respetan”, reclamó.
Según Nelly, algunos conductores se enojan con ella, pero dijo que la única respuesta que puede darles es una sonrisa. “No les digo nada, solo les sonrío porque sé que mañana los detendré de nuevo”, explicó. Oreggioni tiene una gemela que es docente en la misma casa de estudios: se llama Nubia. “Es una luchadora, una valiente, estoy orgullosa de mi hermana”, dijo la docente en alusión a la portera.
Agradecidos
La hija de Zulma Pérez cursa el quinto grado en esta institución. La mamá comentó que los padres están muy agradecidos por el cuidado que Oreggioni le brinda a los alumnos. “Es una persona bendecida, muy dedicada. Lo único que pedimos para ella es que gane un poco más de dinero. Es una gran mamá para nosotros”, indicó la madre.