Mucha preocupación generó el incendio de los transformadores en la subestática de la ANDE ubicada en el barrio Laurelty, de San Lorenzo. Algunos vecinos de la zona evacuaron sus hogares por el temor que se generó en torno al humo tóxico.
La Fundación Asoleu derivó a todos sus niños a la Fundación Rocío Cabriza por tiempo indefinido. Los negocios permanecieron abiertos, como así también los colegios públicos de la zona. En cambio, las instituciones privadas retomarán las actividades el lunes.
Marcelo Cardozo tiene su vivienda y negocio frente a la subestática. “La Policía vino y nos dijo para evacuar la casa lo antes posible, nos fuimos a casa de mi abuela. Cuando supimos que se controló el fuego, volvimos. Creo que los controles médicos deberían ser para personas que tuvieron contacto directo con el Askarel, como bomberos o policías”, opinó.
Tóxico
La contaminación tras el incendio de los transformadores puede durar 4 días en el aire, 1 año en el suelo y 4 años en el agua, según explicó Laura Flores, directora de Salud Ocupacional e Higiene de la Digesa. “Este es el peor desastre ecológico que ocurrió en Central”, expresó Blas Cuenca, jefe de Comunicaciones del CBVP.
Los bomberos trabajaron arduamente por más de 5 horas para controlar el fuego. Recibieron apoyo de carros especiales de la Dirección de Aeronáutica Civil (Dinac). El capitán Rubén Valdéz criticó al ministro Santiago Peña por no liberar los fondos que por ley corresponde a los bomberos. Ayer, Hacienda les transfirió G. 513 millones.
Técnicos de la Unidad Especializada en Delitos Ambientales tomaron muestras del suelo que serán analizadas para medir el nivel de toxicidad. El Ministerio de Salud recomendó a las personas que estuvieron en un radio de 1.000 metros hacerse un chequeo médico.