Imponente, de pelaje marrón y con un flequillo bien particular, así llegó “Will”, la vaquilla que por días tuvo con el corazón perere a la familia de Wilma Riquelme.
La mamá del joven ganador, no descansó hasta que le entregaron el premio que le correspondía. “Al fin se hizo justicia”, dijo a EXTRA, cerrando un capítulo que los llenó de incertidumbre y ansiedad.
Todo empezó el 24 de mayo pasado, en un sorteo organizado por la capilla María Auxiliadora de Quyqyohó, en Paraguarí. El premio mayor era una vaquilla. El afortunado resultó ser un joven de 17 años, oriundo de Ñemby, que está a punto de terminar el colegio. Pero la alegría se esfumó cuando el premio fue entregado a otra persona y a él le quisieron dar otro regalo, un “premio sorpresa”.
EXTRA dio a conocer el caso, pero la situación se fue complicando. El domingo 1 de junio, Wilma viajó hasta Quyqyohó para hacer la denuncia en la comisaría 11ª. Apenas 20 minutos después, su abogado recibió una llamada: el presidente de la comisión de la capilla le confirmó que finalmente tenían otra vaquilla lista para entregar.
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.Al día siguiente, la familia volvió a Quyqyohó con la esperanza de que esta vez sí todo se cumpliera. Nadie de la comisión salió a recibirlos, pero les dieron la dirección de un campo cercano donde supuestamente estaba el animal.
Quiere ser ganadero
Y allí estaba: la vaquilla esperándolos, lista para ser llevada a la casa de los padres de Wilma, que viven en la zona. El hijo menor, de apenas 4 años, la vio y sin pensarlo le puso un nombre: “Will”. Nadie sabe bien por qué eligió ese nombre, pero ya quedó, contó Wilma a EXTRA.
El hijo mayor, ganador legítimo del sorteo, dijo con orgullo que ahora tiene su primer ganado y que sueña con dedicarse a criar vacas.
“Es el premio que le correspondía a mi hijo, solo eso. No pedí otra cosa, por eso publicamos para que entiendan, y no es por maldad. Además él salió sorteado y es algo legal, tampoco no pedimos algo que no es nuestro”, señaló.
Wilma contó que, al final, la capilla terminó perdiendo, ya que tuvo que comprar otra vaquilla para cumplir con el premio, porque la que entregaron al otro ganador obviamente no podían exigir que la devolviera.
¿Qué pasó?
El número 67 fue anunciado como ganador de la vaquilla; sin embargo, minutos antes del sorteo, apareció un “premio sorpresa” y se incorporó el número 68, que no figuraba en el talonario oficial. Este cambio no fue comunicado a los participantes, y al final, la vaquilla fue entregada a otra persona. La situación generó un conflicto interno en la capilla, con acusaciones mutuas entre los miembros de la comisión organizadora.
Por su parte, la la coordinadora de la capilla María Auxiliadora, Rossana Ferreira, señlaó a EXTRA que el caso se resolvió, explicando de que el sorteo se realizó de manera transparente. A través de un comunicado informó la actualización del caso a la comunidad.