“La ciudad joven y feliz” clama auxilio. Pobladores de Fernando de la Mora lamentaron que en lugar de traer progreso, el Metrobús está llevando un gran retroceso, no sólo en cuanto a las actividades comerciales, que se derrumbaron en un 50%, como mínimo.
Además, la queja común fue sobre la gran cantidad de polvo y desechos, peligrosos bloques de señalización que se podrían convertir en una mortal arma en días de lluvia.
“Son de plástico (los bloques) y el raudal lleva todo. En varias ocasiones vehículos casi chocaron intentando desviar”, contó Gladys Mancuello.
“No estoy en contra del progreso, sino la forma en que se realiza. Acá viene la lluvia, se abren zanjas y empeora la situación”, protestó doña Perla Morel, otra pobladora.
La mujer agregó que las obras casi todo el día están paradas. “Acá vemos 4 o 5 obreros trabajando. La vez pasada leí que en China, en 9 horas hicieron una autopista; ¿no podemos traer un chinito?”, ironizó.
Natalia Rojas, otra vecina, dijo que las personas tardan al menos dos horas en llegar a sus trabajos por culpa de las obras. “Hay que salir a las 5:00 de la mañana para llegar a las 7:00, y a veces más”, se quejó.
Mancuello señaló que incluso en los últimos tiempos la desolada ruta principal se convirtió en paso de delincuentes. “Para colmo, a la noche se convierte en vía libre para los motochorros que aprovechan que no transita nadie para asaltar a la gente”, apuntó.
Según comentaron los afectados, 70 comercios ya cerraron sus puertas, dejando al menos a 300 personas sin trabajo, con toda una familia detrás.