Lina Brítez, miembro de la Pastoral de Caacupé, manifestó ayer con mucha preocupación ante monseñor Ricardo Valenzuela el problema de los fieles que van a orar a la Basílica y son “acechados” por el proselitismo político.
“El domingo pasado, la misa de las 19:00 se celebró en medio de polcas, gritos y hurras de algunos politiqueros colorados que se reunieron al costado del santuario. La ceremonia no se pudo escuchar nada porque las bombas y los bafles que tenían ellos sonaban más fuerte”, explicó Britez.
La devota calificó el acto como una falta total de respeto hacia Dios y hacia los creyentes. “No sé si los que realizan estos actos políticos son o no católicos, pero eso no tiene nada que ver. Si se tratase de una celebración evangélica igual la tienen que respetar”, dijo la mujer. Agregó que algún representante, ya sea de la iglesia o de la policía, debería intervenir para evitar que esto suceda durante la fiesta de la Virgen.
Las camionetas ploteadas con las caras de los candidatos recorren los alrededores de la Basílica y reparten propagandas a las personas que van saliendo de la Basílica. Pobladores de la zona señalaron que la práctica se repite cada domingo.
Ante la queja, monseñor Valenzuela aseguró que conversará con el intendente Diego Riveros para que se realicen estrictos controles y se evite la polución sonora. “Vamos a buscar una solución a esas situaciones para que la celebración sea la mejor, teniendo en cuenta que este sector es considerado santo y exige profundo respeto”, expresó el obispo.