Al principio, la diferencia de catorce años entre Milciades González Casco, de 37, y Araceli Belén Armoa, de 23, no parecía ser un problema para entablar una relación. Al poco tiempo de empezar fueron a vivir juntos y, al año y medio, la violencia entre ambos se volvió en una situación habitual, hasta que ella dejó pendiendo de un hilo la vida de él.
Desde Vaquería hasta el centro de la ciudad de Caaguazú acompañó por última vez a su novio junto con su cuñada, luego de aplicarle seis puñaladas, cuatro punzantes profundas en la espalda y dos cortes superficiales en brazo y antebrazo. La víctima tuvo que ser sometida a una delicada cirugía para salvar su riñón, debido a que una de las estocadas perforó uno de ellos. La operación duró cuatro horas.
“Ella misma le llevó hasta Caaguazú. De camino al hospital se comunicó con nosotros para comentar lo ocurrido”, relató a EXTRA el Suboficial Mayor Wilfrido Arriola, jefe de la subcomisaría 50 de Vaquería. El uniformado contó que la chica afirmó haber sido víctima también de violencia, dijo que tenía cortes y golpes que le dejaron moretones.
El uniformado mencionó que incluso parece tener rastros de violencia antiguos, pero que ella nunca denunció formalmente en su comisaría haber sido víctima antes.
La hermana de Milciades dijo a la policía que previo al sangriento episodio ambos compartían en una cancha de fútbol en la colonia Virgen del Rosario, pero al parecer ambos salieron de allí muy borrachos. “Según nos dijeron, siempre cuando los dos toman, se pelean”, indicó Arriola.
La autora, tras cometer el hecho, huyó y permanece prófuga hasta el momento.