Los violadores perderán su deseo sexual mediante la castración química para que no ataquen a más víctimas. Es lo que establece un proyecto de ley que hoy estudiará la Cámara de Diputados.
Les aplicarán la castración química recién al salir de la prisión ya que la pena privativa de libertad se va a endurecer llegando incluso a los 25 años.
Al aumentar la pena carcelaria, el abuso sexual a niños y personas de la tercera edad se convierte en un crimen. Para las víctimas de otras edades, el castigo será de 10 años de prisión como mínimo.
Será modificado el Código Penal de manera que en el artículo 72 señale que la castración química sea de por vida como medida de vigilancia.
Además, el artículo 135 será modificado para que diga que recibirá de 5 a 10 años de cárcel el que por medios electrónicos solicite o exija a un niño que realice actos sexuales o envíe imágenes de sí mismo.