Edgar Zorrilla, de 77 años, llegó a Paraguay con los bolsillos vacíos. Hace tres meses abandonó su ciudad natal Maturín, Venezuela, y se instaló en una pequeña pieza junto Elíel, su hijo, quien vive hace tres años con su señora, en Fernando de la Mora.
El joven venezolano de 29 años, trabajaba como guardia de seguridad, pero unos días antes de que su padre arribe a Paraguay, se quedó sin trabajo. La familia pasó hambre y muchas necesidades, pero nunca perdió las esperanzas.
Un mes después, a Edgar se le ocurrió vender arepas en las calles. Empezó de cero, con una plancha prestada y pocos ingredientes, así inició todo.
Los hombres se encargaban de vender las arepas que cocinaba la esposa de Elíel. Tuvieron buena aceptación del público y gracias a las ventas, este lunes 29 de agosto, abrirán un local de venta de comidas típicas de Venezuela.
“Me quedé sin trabajo cuando mi papá estaba llegando, entonces me pregunté: ¿y ahora qué hago?. Porque no tenía ni para pagar la renta. Entonces decidimos emprender con las arepas, pero sabía que no podíamos competir con el asadito y la empanada paraguaya, entonces dijimos para vender las arepas a G. 5.000 que es un precio popular”, señaló Elíel.
El extranjero mencionó que siente mucha admiración por su padre, quien a pesar de su edad se paró firme en los semáforos para vender las arepas.
El local está ubicado sobre la Avenida Cacique Lambaré y Fernando de la Mora.