Cinco fueron los compatriotas que prestaron declaración ante el ministerio del trabajo en Río de Janeiro, Brasil. Ellos, en el vecino país, forman parte de un grupo de 23 paraguayos y un brasileño rescatados de una fábrica clandestina de cigarrillos donde eran esclavizados. El procedimiento se realizó el viernes último y los testimonios fueron claves para poder identificar a los responsables del lugar.
De acuerdo con la información revelada por los medios locales, la persona que alquiló el inmueble ya está identificado al igual que el dueño del edificio, quienes están siendo investigados penalmente por el hallazgo en Duque de Caxias en la Baixada Fluminense.
Las víctimas relataron que en el lugar se les confiscaba el celular y estaban completamente incomunicados, les hacían dormir en habitaciones sin ventanas y tenían terminantemente prohibido salir de la fábrica, además de las precarias viviendas en las que residían.
Los compatriotas, mayormente residentes en Ciudad del Este, laburaban en territorio nacional con la producción de cigarrillos y no dudaron en aceptar la propuesta internacional con la ilusión de mejorar su calidad de vida con la promesa de ganar 3.000 reales (casi G. 4.000.000) al mes. Sin embargo, lo que encontraron fue completamente opuesto.
Al llegar al Brasil fueron encapuchados y llevados a la fábrica clandestina donde eran obligados a producir 500 cajas por día, dejando millonarias ganancias que ni siquiera veían a su favor.
El Consulado de Paraguay en Río pagará los pasajes para que el grupo de paraguayos regrese a casa. Actualmente están en un hotel donde quedarán hasta el momento de volver a sus hogares. El Ministerio Público del Trabajo exigirá el pago de derechos laborales e indemnizaciones por daño moral a las víctimas.
Pero no todos van a regresar. Entre los 23 paraguayos rescatados, uno no podrá volver a casa. Osvaldo Agüero Giménez fue detenido por la Policía Federal pues tenía una orden de captura por narcotráfico.