Tanto por fuera como por dentro era una casa común y corriente, de esas que no llamaba la atención.
La fachada era perfecta. Ubicada en Fuentes de Oñoro, un municipio del distrito español de Salamanca donde cualquier actividad pasaba desapercibida.
Sin embargo, para los vecinos, la entrada y salida constante de vehículos, sobre todo a la noche, ya no lo volvía una vivienda tan “normal”.
Las sospechas de que algo más pasaba ahí despertó la curiosidad de las autoridades, quienes comenzaron a investigar. Tras meses de seguimiento todo salió a la luz.
“Operación Irala” se llama el procedimiento que realizó la Guardia Civil de Salamanca en colaboración con la Policía de Portugal. Tras recibir la orden de allanamiento, ingresaron a la casa y encontraron que debajo de una parte del terreno había todo un mundo aparte donde esclavizaban sexualmente a un total de nueve mujeres.
Bien equipado
La vivienda había sido tenía un sótano, que fue reacondicionado y convertido en un verdadero club nocturno. Dentro había juegos de mesa, ruletas y un bar bien cargado. Allí aparecían las mujeres, la mayoría de nacionalidad paraguaya, que eran obligadas a captar clientes y prostituirse. Como la idea era no llamar la atención, construyeron un túnel de 60 metros desde la casa hasta el burdel clandestino.
Según los medios de la madre patria, fue detenido un portugués que era el caficho y cuyo nombre no trascendió. Así también, detrás cayeron varios cómplices que operaban afuera de España para captar a las chicas.
Modus operandi
Como en la mayoría de los casos, la forma en que las compatriotas pasan a ser víctimas de trata es la misma. Los llamados reclutadores les convencen con que les van a conseguir trabajo, les pagan el pasaje y una vez que están allá, les quitan sus pasaportes. Les dicen que tienen una deuda que deben pagar y la única forma es accediendo a ser explotadas sexualmente.
En este caso, de acuerdo a los datos proveídos por los intervinientes, las mujeres eran constantemente vigiladas. Incluso tenían un guardia que les seguía hasta en el supermercado, donde iban solo a comprar artículos de primera necesidad.
9 Mujeres
Fueron puestas en libertad tras la “Operación Irala”
35 de 100
Víctimas son de nacionalidad paraguaya, según APRAMAP.
Caaguazú
Es el departamento al cual pertenece la mayor cantidad de víctimas de Trata, según datos de APRAMP.
Tercero en la lista
Paraguay es el 3º país de origen de la moderna esclavitud hacia España. La lista la encabezan las rumanas, seguidas por las nigerianas.
Reclutadores
Las redes suelen estar integradas por familiares, amigos, vecinos, personas ancianas que no generan desconfianza, que ejercen el papel de captadores. Les prometen trabajo según el nivel de estudio que tengan. Facilitan documentos y luego, al llegar a España, les sacan los pasaportes. Ahí exigen la devolución del dinero y les dicen que la única manera de pagar la deuda es ejerciendo la prostitución.
Perfil de víctimas
Mujeres con y sin estudios, solteras o casadas, entre los 18 y los 35 años. Normalmente sin antecedentes de prostitución antes de ser obligadas, según datos de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP).
Vírgenes son más caras
Existen también los llamados “reclutadores ocultos”, agencias de viaje y agencias de empleo que funcionan como señuelo con ofertas de trabajo. Después están los reclutadores profesionales paraguayos, a veces también del entorno próximo a la víctima. Se encargan de organizar el viaje y el entrenamiento necesario para hacer pasar a las víctimas por turistas. Ganarán en torno a 600€ (G. 4.800.000) si el destino es a España. El nivel de beneficio se incrementa si la víctima es virgen, ya que en España pagarán por el primer “servicio sexual” de una virgen 400 € (G. 3.200.000)