De un lado a otro, Paraguay se movía en la canoa de don Demetrio Garay. Aquellos días de aventureros paseos para pescar quedaron en el recuerdo para los dos, pero una foto de ambos enterneció las redes.
Óscar Rivet los captó en una maravillosa imagen cuando Demetrio remaba hacia Puerto Caballo (Alto Paraguay) donde acostumbraba a ir de pesca hasta hace un año.
Abajo de la foto los internautas elogiaron no la imagen, sino la amistad del hombre y su fiel compañero: Paraguay.
“Mis sobrinos ya no me permiten ir a trabajar. Yo ya tengo 78 años, ellos dicen que es muy peligroso”, comentó a EXTRA Demetrio sorprendido por la entrevista.
Desde el centro de Bahía Negra partían ambos con destino a la frontera acuática que une tres tierras: Paraguay, Bolivia y Brasil.
Diariamente recorrían veinte kilómetros agua arriba para ir al lugar donde llegaban con la ilusión de que algún pez pique su carnada.
“Cuando eso yo le hacía trabajar conmigo, se crió conmigo, era mi compañero en todos lados”, refirió Demetrio.
Contó que Paraguay hace casi una década ya que está con él, que lo adoptó justamente en uno de sus viajes hacia Puerto Caballo.
Nueve años
“Yo pues no tengo casa, soy solito, ando por ahí y él era mi socio. Él nació luego ahí en Puerto Caballo cuando se empezó a construir el campamento militar (2012)”, manifestó el pescador.
Dijo que si bien ambos se jubilaron, a veces se dan alguna que otra escapada hacia esa zona para relajarse pescando como distracción.
Eran tres, ahora solo uno
Demetrio contó que antes tenía tres perros pero al no trabajar por la pandemia, tuvo que buscarle hogar a todos, excepto a su fiel amigo Paraguay que hasta ahora lo acompaña. Hoy vive con sus sobrinos. “Todos mis hermanos tienen estancia, yo nomás soy pobre”, señaló entre risas.