A don Óscar Cristaldo, un vendedor ambulante, se le ocurrió hacer platita yendo hasta Caacupé y ofrecer gorritas de Navidad vestido como el mismísimo Papá Noel.
Aunque cada año suele visitar la capital de espiritual del país, siempre lo hace con llamativos atuendos para llamar la atención. Aseguró que este año tuvo mejor suerte, ya que no solo está vendiendo bien, sino que también le piden muchas selfies.
“No tengo mucho calor, la ropa es de seda y es más fresco. Lo que sí es un poco caliente es la barba, pero se aguanta”, dijo el hombre.
Cristaldo es sanlorenzano, pero viaja a Ciudad del Este para comprar los productos más llamativos. Explicó que desde ayer viernes se encuentra en la villa serrana, llegó con 200 gorritos y ahora solo le quedan 70 unidades, que vende a G. 10.000 cada uno. Con la esperanza de venderlos todos, se quedaría hasta el amanecer del domingo.