Antes de que termine la misa central en honor a la Virgencita de Caacupé miles de devotos se adelantaron y fueron corriendo a las paradas para esperar micros. Para la mala suerte de muchos, los colectivos ya estaban repletos, con pasajeros colgados en las puertas, por lo que varios tuvieron que esperar más horas.
La enorme calma y ánimos de espiritualidad de varios peregrinos se tornó en nervios y plagueos, ya que reclamaban que no haya micros que los lleve de nuevo a casa. Otra de las quejas fue porque supuestamente los conductores de micros cobran más caro y solo dejan subir a los no reclaman el exagerado precio.
Otros, más apurados, decidieron pagar taxis o mototaxis para que los acerquen hasta Ypacaraí, ya que afirman que tendrán más chances de subir.
Doña Mirna Centurión, quien viajó desde Ciudad del Este, dijo a EXTRA que su mayor temor es perder su pasaje, ya que para las 11:00 de la mañana ya debe estar en la Terminal de Asunción, no obstante, hasta el momento ningún micro que la acerque le ha parado.
“No tengo más plata para pagar un taxi, es muy caro, por G. 350.000 me quieren llevar”, se quejó la mujer. Resaltó que se están organizando con un grupo de desconocidos en alquilar una camioneta para que les lleve en grupo.