La campaña impulsada por el gobernador de Alto Paraná, Roberto González Vaesken, dejó en jaque al sistema sanitario en el Este del país y no precisamente por la cantidad de casos de coronavirus.
El mandamás departamental impulsó el uso de la invermectina como método de prevención del coronavirus. La droga es un poderoso desparasitario que parece provocar una ola de cuadros diarréicos en la población, según afirmó la Dra. Idalia Medina, presidenta de la Asociación de Médicos, a un medio local.
Ella calificó como un engaño al medicamento, asegurando que la gente llega con sobredosis en su ingestión. “Hay gente que presenta reacciones adversas y vienen acá (al Hospital Regional de CDE). La gente toma más de lo debido y en horas no indicadas, porque piensan que tomando más, le va a hacer mejor efecto, y abusan de la dosis. Vienen con diarrea, dolor abdominal, vómito, cefalea”, detalló Medina.
De hecho, entre los efectos adversos de la droga se encuentran los mareos, la pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor o hinchazón estomacal, diarrea, debilidad, temblor incontrolable y hasta molestias en el pecho, casi los mismos síntomas que el “enemigo invisible”, contra el que se lucha desde hace seis meses en nuestro país.
“Esta campaña no está autorizada por el Ministerio de Salud y la Décima Región Sanitaria. No está dentro del protocolo. No podemos apoyar. Ponen una campaña de desparasitación y solamente dan Ivermectina. No dan un antiparasitario para los niños, por ejemplo. Para mí es como jugar con la gente”, expresó.
La médica afirmó que la Ivermectina no produce inmunidad contra el COVID-19 y que está científicamente comprobado, aseguró que la misma es tóxica para el ser humano e incluso está contraindicado para personas con patologías de base que requieran algún tipo de medicación como hipertensión y cardiopatías, además de otros medicamentos. “Puede generar reacciones severas”, apuntó.