Las relaciones de pareja hoy en día son consideradas por muchos como una lotería en la que se puede ganar o perder. Sin embargo, todavía hay quienes creen y están convencidos de que, cuando uno asume un compromiso con alguien, esa unión será hasta más allá de la muerte. Este es el caso de Eduardo Mattosch y Bettina Adorno, que llevan doce años de casados.
Como prueba del gran amor de Eduardo hacia ella, hace unos días tomó una inusual decisión: cambiar legalmente su apellido por el de su esposa. De acuerdo a su cédula, su nuevo nombre completo es Eduardo Adán René Mattosch de Adorno.
Eduardo contó que su señora primero fue la que quiso anexar el apellido marital. Ante esta decisión, él hizo lo mismo. “Entonces, yo dije: si vos vas a ser mía, yo también tengo que ser tuyo. Así fue como decidí ponerme el apellido de ella”, relató nuestro protagonista. Hace unos veinte días fueron hasta el Departamento de Identificaciones y realizaron los trámites.
Machismo
“Le conté a un amigo mío, y yo pensé que me iba a decir: guau, yo también voy a hacer. Pero su respuesta fue: yo ni cagando lo haría”, relató. Eduardo culpa este tipo de respuestas a la sociedad machista que impera aún. Dijo que sigue siendo una barrera para el paraguayo demostrar su lado romántico, por miedo al que dirán los amigos.
El comisario Gilberto Gauto, jefe de Identificaciones, comentó que son muy pocos los hombres que deciden hacer este tipo de cambios, pero dijo que no es el primer caso. Recordó que es un procedimiento muy sencillo que consiste en enviar una nota argumentando los motivos del cambio de apellido. Acotó que existe la opción de llevar el apellido de la esposa o del esposo sin la preposición “de” .