El texto analizado en el Sínodo de los Obispos, que se realizó en Roma, Italia, abarca muchas cuestiones como la migración, pobreza y la familia. Pero la parte más controvertida del documento tuvo que ver con la atención a los católicos vueltos a casar. Monseñor Miguel Ángel Cabello, obispo de Concepción y delegado de la Confederación Episcopal Paraguaya (CEP) ante el Sínodo de los Obispos, comentó que los actos que pueden volver a realizar las personas separadas que vuelven a casarse queda a criterio del obispo que tome el caso.
Caso por caso
“Los actos que pueden volver a realizar se deja al criterio del obispo que tome el caso. Haciendo un seguimiento a la pareja, ya que existen casos y circunstancias. Luego del análisis, caso por caso y si aprueban podrían volver a comulgar, a ser padrino de bodas y bautismo, leer la Biblia en los actos litúrgicos, entre otras cosas”, añadió el monseñor.
Irregulares
El documento estipula que aquellos que se han divorciado y vuelto a casar sin un decreto de nulidad para el primer matrimonio se encuentran en adulterio. Esto se podrá resolver mediante el Tribunal de los Procesos Matrimoniales, designado por un obispo.
Sin normativa
“Ya se presentan parejas para pedir la nulidad, pero no hay ningún obispo que tome la causa porque la normativa aún no está vigente, recién la tendremos en diciembre. De igual manera se pueden presentar para que sus casos sean analizados”, añadió el monseñor. Por otro lado, aclaró que las personas casadas y divorciadas solo por civil pueden comulgar. Cabello comentó que cada caso será analizado y estudiado a fin de determinar si la pareja puede acceder a los sacramentos.