Bruno Javier Marabel (19), principal sospechoso del quíntuple crimen ocurrido en una casa del microcentro de Asunción, declaró que no tuvo “nada que ver con esas muertes; no soy el monstruo que dice la sociedad” y especuló que otra gente pudo haber cometido los asesinatos, ya que “la familia tenia bastantes amenazas de muerte y muchos enemigos”.
Fue durante una entrevista exclusiva que concedió para el canal Noticias Py y radio Monumental 1080 AM, desde la cárcel de Emboscada donde está recluido.
Con gran tranquilidad, respondió a las preguntas que le hicieron los periodistas Carlos Báez y Roberto Coronel.
El joven asegura que lo “culparon porque estaba en la casa”, pero él dice que “no sabia que ellos ya estaban muertos”, pues hacía “tres semanas que no le veía a Dalma”.
Se refería a su exesposa, Dalma María Rojas Rodas (23), cuyo cuerpo fue sepultado en una antigua casa, ubicada en Oliva casi Montevideo, zona del microcentro de Asunción, donde el pasado lunes 8 de octubre, también fueron hallados los cadáveres de Elva Rodas (madre de Dalma), Julio Rojas Delvalle (su padrastro) y de sus dos pequeños hijos (de 4 y 6 años, respectivamente).
El principal sospechoso de los horrendos asesinatos dijo él no puede ver sangre y especuló que otra gente pudo haber sido, porque “la familia tenia bastantes amenazas de muerte y muchos enemigos”.
Marabel calificó a Dalma como “histérica”, quien “varias veces intentó hacerme daño”, y puso de testigo a su padre.
Dijo la familia de la mujer lo tenía amenazado y que “Dalma dio la idea de estafar a las personas”, ya que “ella aprendió y luego les enseño a su mamá y padrastro”.
Sobre la heladera que estaba en la casa y que él había vendido días antes del hallazgo de los cadáveres, sostuvo que el electrodoméstico era suyo.
“El señor (Julio Rojas) varias veces intentó golpearme y acuchillarme” y “Dalma tuvo que intervenir en todas las ocasiones”, también comentó.
Señaló que él no puede ver sangre. “Si le golpeo a alguien y veo sangre, ya paro”, afirmó, luego de recordar que “varias veces, Dalma y su padrastro, intentaron asesinarme. Mi papá tenía que dormir conmigo para que no me hagan nada”, apuntó.
Recalcó que su “vida permanentemente estaba en peligro, vivía amenazado por la familia” y que “lo único que hacía, cuando me maltrataban, era rezar, llorar y pegarle a la bolsa; con eso me desahogaba”.
El audio de la entrevista se puede escuchar presionando AQUÍ.