Como en casa.
“El calor del hogar” se sintió en Navidad, gracias a las mamis, los niños y los funcionarios del sitio. Las abues quedaron felices.
Miradas tristes y esperanzas perdidas reflejaban los ojitos de las abuelitas del hogar de ancianas “Nuestra Señora de la Asunción”, tras días de esperar por algún familiar que las visite. Pero la ingratitud y la soledad no fueron impedimento para que entre todas colocaran una a una las piezas del tradicional pesebre.
Al son de “din din don”, las ancianitas ubicaron a Jesús, José y María en la entrada de lo que hace años es su hogar y recibían con abrazos a los que llegaban.
Ayer, varias familias fueron a compartir con las hermosas doñas.
La alegría se triplicó cuando por la puerta se asomaron varios niños. Las canas en sus cabelleras no evitaron que las que podían corrieran a alcanzarlos. Besos y abrazos sellaron tan bello momento.
“Es una hermosa experiencia, dijo uno de los peques, que sin siquiera ser familiar fue a alegrarlas. “Somos un grupo de amigas, trajimos a nuestros hijos para que vean la realidad y den un poco de amor que tanta falta hace”, expresó a EXTRA Belinda Cuenca. La mujer dijo sentirse emocionada al ver la expresión de felicidad de las señoras. “Pareciera ser que algún recuerdo de sus hijos o nietos les vino en la mente, ya que saltaron por los chicos”, mencionó.
Liza Valenzuela, otra mamá, mencionó que es la primera vez que visitaban el hogar, pero que ya lo harían siempre. “Me llena de satisfacción que tengan este pequeño momento que quisiera que fuera eterno”, destacó.
“Recibieron visitas de colaboradores y extraños que les trajeron regalitos. Es muy lindo ver eso”, contó Amalia González, encargada. La profesional contó que desde el primer día de este mes hubo entusiasmo por las fiestas. “Le damos el ambiente navideño más cálido posible y ellos ponen el espíritu”, contó.
Por la noche, participaron de una linda velada llamada “Cenando con Jesús”. Compartieron con jóvenes y familias voluntarias, además del personal de guardia del asilo. Antes de dormir, elevaron una oración de agradecimiento y pidieron que, en la próxima Navidad, sean sus hijos los que vayan a alegrar sus corazones.
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